miércoles, 21 de diciembre de 2011

VISITANDO LA FILMOTECA DE DONOSTI...

Hace tiempo que dejamos de hacer excursiones porque hace tiempo que dejamos el colegio. Pero la semana pasada, exactamente el 15 de diciembre, fuimos a Donosti. No íbamos a ver la Concha ni de poteo por el Casco Viejo, sino de visita a la Filmoteca de la ciudad.
Un lugar pequeño que recogía más de lo que podíamos pensar.




Jon López, director conservador de la filmoteca, nos recibió para explicarnos la funcionalidad de ésta.
Y es que, ¿qué es una filmoteca? Una filmoteca es un organismo encargado de coleccionar, conservar y poner a disposición de los usuarios documentos cinematográficos y videograbaciones para su estudio y exhibición.
Los hermanos Lumiere fueron los primeros en hacer una película que se pudiera proyectar. Una vez que ven que su invento funciona, tratan de desarrollar esta idea tanto en Francia como fuera de Francia.
En este momento mandan a Alexandre Promio a España a grabar algo relacionado con los toros. Una película que hoy en día es irreproducible ya que es la más antigua que hay en esta filmoteca y ya no se dispone de la maquinaria adecuada para su reproducción. Pero no solo firmó esta película, sino muchas más.
Viendo que el cine funcionaba se empieza a desarrollar a gran velocidad, sobre todo en Francia y Estados Unidos.

Años después, exactamente en 1930, nace el cine sonoro (las películas anteriores a este año son quemadas por las distribuidoras). Sobre todo en Francia había mucha gente concienciada con el cine de los años 30.
Desde este momento la gente empieza a guardar las películas como patrimonio para el futuro.




Los fotogramas llevan en la parte derecha unas bandas de color que se corresponden al diálogo, los efectos de sonido y la m´usica.

El 1 de mayo de 1978 se crea la FILMOTECA VASCA con Peio Aldazabal entre sus fundadores.

A partir de 1985, poco a poco, las filmotecas van expandiéndose por el mundo (A España llega 100 años más tarde).

Fotograma: cada una de las imágenes impresionadas químicamente en la tira de celuloide del cinematógrafo o bien en la película; por extensión también se llama de ese modo a cada una de las imágenes individuales captadas por cámaras de video y registradas analógica o digitalmente.

Y a partir del fotograma se empieza a hablar de los materiales usados en el cine:

Nitrato: con el que están hechas todas las películas anteriores al año 30. Tiene una buena calidad de imagen, pero era un material muy peligroso porque era inflamable.
Acetato: no ardía.
Poliester: un plástico más resistente.
Cuanta más humedad y más frío esté el lugar en el que se guardan las películas, mejor se conservan.

Poco a poco va desapareciendo el cine como lo hemos conocido hasta ahora.

Hablando de la Filmoteca de Donosti decir que cuenta con una sección de cine. Aquí se conserva el cine desde el inicio del cine vasco con los hermanos Azcona en los años 20 (hacían películas de ficción vasca).









Con la Guerra Civil se hacen películas propagandísticas del Gobierno Vasco y del PNV ('Gernika' por ejemplo, donde se reflejaba el sufrimiento durante la guerra).
Durante el franquismo apenas hay industria. Solo había cine autorizado. Los amateurs filmaban las fiestas de los pueblos, las bodas... para representar así la memoria audiovisual de esa época. Además del cine comercial se recogen las producciones de particulares y se digitalizan para su conservación.
A partir de los 80 se empiezan a dar subvenciones para que haya una producción de cine ('La fuga de Segovia', 'Aquelarre'...).
A partir de entonces sigue la producción cinematográfica en Euskadi.




Se trata de una máquina de telecine de 9'5mm. En ella se ven películas antiguas que se telecinean y se pasan a betacam digital para luego insertarlas en un sistema de digitalización para que se pueda consultar sin problemas.

A continuación hemos hecho un montaje con alguna de las fotografías que tomamos y dos de las películas  que pudimos ver en la Filmoteca Vasca.








martes, 13 de diciembre de 2011

1.Introducción: Revista Triunfo

primer número de Triunfo




La revista Triunfo, de origen español, fue una de las publicaciones más importantes durante la dictadura de Franco. Está considerada uno de los símbolos de la resistencia intelectual al franquismo.
Fundada en 1946 por José Ángel Ezcurra y de ideología de izquierdas, contraria a la dictadura, vivió su época de máximo esplendor en el período de 1962 a 1982, coincidiendo pues con la década de los años 60 y 70 y dirigida en aquel entonces por el hijo del fundador, el también llamado José Ángel Ezcurra Carrillo.
Aunque en sus comienzos fue una revista de espectáculos, el hijo del fundador la modificó y pasó a ser un semanario y en 1962 pasó a ser de información general.
Por su línea editorial contraria a la dictadura y por sus contenidos, la revista fue censurada, secuestrada y multada en numerosas ocasiones pero consiguió atravesar la barrera de la dictadura pues no pereció hasta 1982.
En esta publicación colaboraron periodistas e intelectuales de reconocido nombre como Manuel Vázquez Montalbán, Luis Carandell, Fernando Savater, José Luis Abellán, Diego Galán y Manuel Vicent, entre muchos otros.


Manuel Vázquez Montalbán

  


José Luis Carandell



José Ángel Ezcurra (Hijo)



Manuel Vicent


Las Fotografías están extraídas de la página digital de Triunfo y de Google.

2. Secuestros y sanciones 1971-1975

  • 1971
Las sanciones a la revista Triunfo por el número especial del 24 de abril del 71 se producen por un enfrentamiento ideológico a través de la prensa. Por ello, la revista fue sancionada con 4 meses de silencio y una multa de 250.000 pesetas.

La sentencia por el número sobre 'El matrimonio' se emitió el 4 de agosto de 1973 en el número 566.

 



  • 1972

El director de la revista Triunfo fue sancionado por el consejo de ministros el 5 de septiembre de 1972 por la información publicada en el número 506 de fecha 10 de junio de 1972 titulada “Concentración Mariana en el Retiro madrileño ¿Quiere usted trabajar por la Salud Moral de España?”





  • 1973

En el 73 Trinfo saca varias informaciones sobre la sanción que sufrió el número especial sobre 'El matrimonio' dos años atrás.




  • 1974

Este año la revista Triunfo publicó varios artículos referidos a la autocensura.

  • 1975

En Julio, Triunfo es sancionada por una entrevista a Andreu Abelló, antiguo dirigente de la derecha republicana catalana. La entrevista iba firmada por la periodista Montserrat Roig.

El Juzgado de Orden Público nº 1 ordenó el secuestro del número.

El Ministerio de Información y Turismo comunicó al director de Triunfo, José Ángel Ezcurra Carrillo, la apertura de expediente administrativo por la publicación en el número 656 de la revista, del artículo "¿Estamos preparados para el cambio?", que vulnera el artículo 2 de la Ley de Prensa e Imprenta.

3. Ley Fraga-Sentencia

La ley de Prensa e Imprenta de 1966, también conocida como “Ley de Fraga”, fue promulgada por Manuel Fraga.
Fraga se convirtió en 1962 en ministro de Información y Turismo e inició un proceso de liberalización que culminaria con esta ley.

Con esta ley se intenta relajar la anterior ley de prensa de 1938, promulgada con el objetivo de suprimir la prensa republicana y convirtiendo así a la prensa en una institución al servicio del Estado.
Los cambios de La ley de Prensa e Imprenta del 66 son:
  • La prensa pasa a ser del dominio del interés general.
  • El procedimiento previo de censura previa queda anulado, reservandolo así solo para una emergencia nacional o guerra.
  • Impone el deposito previo de publicaciones.
  • Sanciona a quien escriba o publique lo que se considere contrario a los Principios Fundamentales del Movimiento y ordenamiento jurídico general del franquismo.
  • Las posibles sanciones se podrán recurrir.

Para más información acerca de esta ley se podrá recurrir a http://www.boe.es/aeboe/consultas/bases_datos/doc.php?id=BOE-A-1966-3501





4. Año por año

1971


Ley de Fraga

En 1966 Manuel Fraga Iribarne, ministro de Información y Turismo, promulgó la Ley de Prensa que tantos problemas produciría a la revista Triunfo. Esta ley implicaba que se anuló la censura previa pero permitía el secuestro administrativo de publicaciones, la empresa periodística pasaba a ser privada, se imponía el depósito previo de publicaciones, permitía que la Dirección General de Prensa insertara gratuitamente sus propias notas en cualquier publicación, se podía sancionar a los que escribiesen o publicasen artículos contrarios a los Principios Fundamentales del Movimiento y permitía a los periodistas recurrir a estas sanciones.


Sanciones y secuestros
El número 464 que corresponde con el 24 de abril de 1971 fue una de las publicaciones más polémicas ya que se saldó con una importante sanción. La publicación trataba el tema del matrimonio, así lo decía ya desde la portada, y ofrecía varias opiniones con respecto a este tema poniendo a disposición del lector la opción de pensar como quisiera del tema en cuestión. Bajo títulos como: “Ley, unión, divorcio” por Manuela Carmena, “un derecho de propiedad de cinco axiomas” de Lidia Falcón, “Nuevos códigos para el amor” por Carmen Alcalde, “Las mujeres liberadas” por Carmen Martín Gaite, entre otros, la publicación salió a la luz. Sin embargo, un mes más tarde, el 25 de mayo, la revista Triunfo recibió una carta por parte de la Dirección General de Prensa que tachaba los anteriores artículos mencionados de faltar al artículo 2º de la Ley de Prensa e Imprenta, de faltar al respeto a la moral en tanto a lo que el acatamiento a la Ley de Principios del Movimiento Nacional y Leyes Fundamentales se refiere. Y al mismo tiempo se secuestraron los ejemplares que quedaban sin vender de este número.

En el número 469, Triunfo publicó, en su sección de Lectores, una carta contraria al matrimonio bajo el título “El comercio de la carne” y otra carta llegó a la redacción de la revista avisando de la apertura de un nuevo expediente por esa carta publicada. Y esta vez, la policía secuestró los ejemplares no sólo en Madrid sino en multitud de ciudades; Albacete, Cáceres, Murcia, Orense, Pamplona y un largo etcétera. Y tras esto, el Juzgado de Instrucción Especial de Prensa e Imprenta envió un comunicado a la revista anunciándole la querella impuesta por el Ministerio Fiscal por delitos de “escándalo público” y violar la Ley 2/1967 del 8 de abril que decía que “el que expusiere o proclamare por medio de la imprenta u otro procedimiento de publicidad, o con escándalo, doctrinas contrarias a la moral pública, incurrirá en la pena de multa de 5.000 a 50.000 pesetas”. Así Triunfo permaneció en silencio durante 4 meses para cumplir con la sanción impuesta y 250.000 pesetas de multa.

El periódico ABC recogió todo esto el 26 de junio de 1971 bajo el título “la revista 'Triunfo' suspendida durante cuatro meses” en la que recogió brevemente la noticia.
1972


El año 1972 no fue uno de los más conflictivos para la revista Triunfo. Entre todos los números publicados ese año, el número 520 correspondiente al día 16 de septiembre de 1972, abre sus páginas con un recuadro donde informa a los lectores que el consejo de ministros ha sancionado al director de Triunfo por un artículo publicado en la revista el 10 de junio de ese mismo año.
Dice asi:

EL CONSEJO DE MINISTROS SANCIONA AL DIRECTOR DE “TRIUNFO” CON UNA MULTA DE DOSCIENTAS MIL PESETAS
El ministro de Información y Turismo, con fecha 5 de septiembre de 1972, ha comunicado al director de TRIUNFO la resolución acordada por el consejo de Ministros, en su reunión del 18 de agosto pasado en La Coruña, en relación con el expediente 82/72, instruido por la Dirección General de Prensa, imponiéndole, como responsabel de infracción muy grave, la sanción de multa de 200.000 pesetas.
El expediente fue incoado por la publicación en el número 506 de TRIUNFO, de fecha 10 de junio de 1972, de la informción titulada “Concentración mariana en el Retiro madrileño. ¿Quiere usted trabajar por la salud morad de España?”.
Nuestro director se propone interponer, contra la mencionada resolución, el recurso que establece el artículo 71, apartado c), de la Ley de Prensa e Imprenta, en relación con lo dispuesto en el artículo 122 de la Ley de Procedimiento Administrativo.
En el último párrafo la revista revela las intenciones que tiene el director, y establece que recurrirá al recurso que establece el artículo 71, apartado c) que dice lo siguiente:
Artículo setenta y uno. -Recursos-Uno. Contra los acuerdos que impongan las sanciones podrá recurrirse, en vía administrativa ante:
  1. El mismo Consejo, en súplica, por los que éste hubiera acordado.
Dos. Contra los acuerdos que pongan fin a la vía administrativa podrá recurrirse ante la jurisdicción contencioso-administrativa.
En 1975 la revista Triunfo publicó dicha sentencia en sus páginas:
La prensa diaria ha informado de la sentencia número 398 sobre la querella de triunfo contra fuerza nueva. La obligada concisión de esas informaciones nos mueve a la publicación integra de tal sentencia (aunque nada nos obligue a ello) para ofrecer al lector elementos de juicio que le permitan sacar sus propias conclusiones. Triunfo se abstiene de opinar sobre esta sentencia.
Esta sanción viene como consecuencia de un artículo que publicó Fernando Lara a raíz de la Concentración Mariana que tuvo luegar en el Retiro madrileño el 30 de mayo de 1972 con el lema “No al erotismo y la pornografía, sí a la pureza y dignidad”.

El autor hace una narración cronológica de cómo fue transcurriendo la concentración, describe con mucho detalle el entorno, con frases como “En el frente de la explanadaopuesto al estanque, se ha eregido un estrado compuesto por un lienzo de terciopelo rojo en el figura la foto ampliada de una imagen de la Virgen, coronado por banderas marianas y españolas.”
Durante todo el texto el autor introduce frases irónicas donde se observa claramente la postura de la revista, de hecho el titular es una clara recriminación al acto que tuvo lugar en el Retiro. Cuenta que el quinto en intervenir es un universitario que pide que se acabe ya la creciente desmoralización, Fernando Lara, tacha al universitario de anticuado y califica su declaración de “poco aforutnada”y dice que a su lado le echan la culpa de que no haya omitido el adjetivo 'política' en esa relación de honestidades. En definitiva, no se limita tan solo a contar como han ido ocurriendo los hechos, sino que en diversas ocasiones hace juicios de valor contrarios al acontecimiento, por ello esta información fue sancionada.
La Ley 14/1966, de 18 de marzo, de Prensa e Imprenta deja bien claro en uno de los artículos que se sancionará a quién escriba o publique lo que se considere contrario a los Principios Fundamentales del Movimiento y ordenamiento jurídico general del Franquismo. Este artículo es una clara crítica a la imposición de la Religión Católica en España.
En cuanto a dicha información y a la sanción correspondiente, el diario ABC hace referencia en un pequeño breve el día 16 de septiembre de 1972 y copia textualmente lo que al comienzo de la revista ese mismo día.

1973

Tras los altercados que hubo con la revista “Triunfo” por el número sobre el matrimonio,
se emitió una sentencia, que fue publicada por la misma revista el 4 de Agosto de 1973 en su número 566.





Las sanciones a la Revista Triunfo por el número especial del 24 de Abril del 71 se dan por un enfrentamiento ideológico a través de la prensa.
Desde el ministerio afirman que su misión y lo que está en juego es la protección de la moral y que “una de sus preocupaciones con la prensa es la de salvaguardar un orden moral, que constituye la mejor prevención para evitar la crisis de otros valores e instituciones fundamentales para la sociedad. El número redactado por Triunfo, pretende pulverizar nuestra concepción tradicional y cristiana de ambas concepciones(sacado de “Triunfo en su época: jornadas organizadas en la Casa Velázquez los días 26 y 27 de octubre de 1992”...Escrito por Alicia Alted Vigil,Paul Aubert ).

Pero esta sentencia no se dio unicamente por las valoraciones de la revista acerca de cuestiones morales, sino más bien por la crítica implícita contra las instituciones del régimen. El discurso establecido por los escritores tiene como contrapunto la “elaboración de modelos necesarios para la preparación del después del franquismo”, es decir con sus palabras no solo desafiaban el presente sino que además intentaban establecer las bases para un futuro, además de suscitar una toma de conciencia colectiva y de crear movimientos de opinión entre las personas.

Por tanto la sentencia emitida dictamina una multa de 250.000 pesetas al director de la revista José Ángel Ezcurra y a “Prensa periódica S.A”, como empresa editora de la publicación, la suspensión de la misma por un plazo de 4 meses; declarando así como nulos los recursos de súplicas emitidos tanto por el director como por la empresa editora.



En cuanto a la información que desde otros periódicos o revistas daban acerca de la revista Triunfo y sus sanciones, cabe destacar que a lo largo de 1973, el periódico ABC, transmitió los dictámenes de las sentencias, resoluciones y las acciones que la revista tomaría por dichas sanciones.
El periódico ABC trata la noticia con total rigurosidad, unicamente dando la información necesaria, sin emitir ningún tipo de opinión o juicio de valor.



Como podemos observar únicamente le dedican un pequeño apartado en el que hablan de los tribunales. En la información que dan, hablan de que la revista planea recurrir contra una sanción impuesta y comentan información que ha emitido el abogado del señor Ezcurra, director de la publicación.



Aproximádamente un mes más tarde de la última publicación en la que hablaban de la revista Triunfo y sus sanciones; a 14 de Julio de 1973 el diario ABC, publica un artículo en el que habla de la confirmación por parte del Tribunal de la suspensión por cuatro meses de la revista a causa de los artículos sobre el matrimonio.
Esta vez nos detalla cual es la sentencia final del Tribunal.


 
1974


1974, un año más en el que podemos ver los estragos que hizo la suspensión de la ‘Revista Triunfo’, y es que la autocensura no es un acto voluntario ni individual, no es hablar de autodisciplina, ni siquiera de autocrítica. Con la autocensura, el intelectual, el escritor, el artista, no llegan jamás a alcanzar su propia estatura, con lo que el arte y el pensamiento siempre están por debajo de sus posibilidades reales y con lo que la sociedad pierde oportunidades de clarificación y de progreso.
“Un día desaparecerá la censura, y es que ya todo será censura”. Debemos pensar que la libertad es el factor rey en la obra de arte.

En la revista Triunfo encontramos varios artículos relacionados con la autocensura y la suspensión. La suspensión de un periódico, incluso la temporal, es una sanción siempre grave y de imposible reparación. Hablamos de consecuencias económicas, de la supresión de una voz colectiva y de la posible pérdida de un número de lectores y compradores, adquiridos con esfuerzo.
Pero no debemos olvidar que las sanciones que impliquen suspensión o interrupción en la publicación de un periódico no son ejecutivas hasta que hayan sido resueltos con carácter firme los recursos que en su caso se interpongan.

A partir de esto, se lee en La Vanguardia: “La libertad de expresión de los periódicos no es la libertad de expresión particular de los contados ciudadanos que ejercen el periodismo y ni siquiera la libertad de expresión privada de los propietarios de los periódicos, sino una parte importante de la libertad de expresión del país”.



La Administración se limita a usar las atribuciones que la ley le concede. Los padres legislativos de la Patria no parecen tener prisa en proponer una reforma de la Ley de Prensa. Pero todos sabemos que “esto no pasaría si los suspensores se lo pensaran cincuenta o doscientas cincuenta mil veces antes de suspender”.
A partir de este momento empezamos a leer en periódicos como La Vanguardia titulares así: “EL SUPREMO REBAJA UNA MULTA IMPUESTA A LA REVISTA «TRIUNFO»”.

Se le impuso una multa de 200.000 pesetas por infracción grave de la Ley de Prensa, aunque la administración la consideró leve y todo porque supuestamente la revista ridiculizaba un acto convocado, y es que esas palabras no afectaron a nadie.
Aunque durante este año, esta noticia se hace no se hace mucho eco en la prensa, el periódico ABC publica un titular similar al de La Vanguardia, “EL SUPREMO REDUCE UNA SANCIÓN A TRIUNFO”.


1975

En 1975, año en el que murió Franco, continuaban las censuras y sanciones a la revista Triunfo.
En Julio de 1975, Triunfo es sancionada por una entrevista a Andreu Abelló, antiguo dirigente de la derecha republicana catalana. La entrevista iba firmada por la periodista Montserrat Roig.
A continuación les mostramos la entrevista por la que fue censurada Triunfo.








Sobre las censuras a la revista Triunfo y a otras revistas, había quien se posicionaba a favor y quien lo hacía en contra. Sobre esta sanción en concreto, el ministro Herrera Esteban, declaró al diario “Sur” de Málaga, “no es el Ministerio quien ha secuestrado a Triunfo, sino que ha sido esta revista la que se ha secuestrado a sí misma”.
El Ministerio de Información y Turismo le comunicó al director de Triunfo José Ángel Ezcurra Carrillo, la apertura de expediente administrativo por la publicación en el número 669 de la revista, del artículo titulado “José Andreu i Abelló: un animal político” que vulnera el artículo 2 de la Ley de Prensa e Imprenta.
A continuación les mostramos el expediente:



En Septiembre de 1975, la revista Triunfo fue nuevamente cerrada durante cuatro meses, al tiempo que se le puso una multa de 250.000 pesetas, por la publicación, en abril, del artículo del psiquiatra cordobés y asiduo colaborador de Triunfo José Aumente “¿Estamos preparados para el cambio?”. Una sanción que, a pesar de los indultos concedidos por el “primer Gobierno de la Monarquía” para los llamados “delitos de prensa”, fue forzada a cumplir íntegramente. El tardofranquismo amordazó la voz de Triunfo en los últimos meses del dictador y la revista no puedo pronunciarse ante la muerte de Franco hasta comienzos de 1976. Pero, además, algunos de sus lectores también sufrieron de forma directa la persecución de que fue objeto esta emblemática revista.
A continuación algunos fragmentos del texto de Aumente:
«Solo es preciso un mínimo de conciencia política para darse cuenta de que el cambio es inevitable. Si "el sistema político español es por esencia inmodificable" ("Cuadernos para el Diálogo", núm. 138, Marzo 1975) también es verdad que su capacidad evolutiva resulta prácticamente nula. Y ello porque el franquismo es mucho más que una ideología, una técnica peculiar de poder — cuyas características habrán de ser descritas en su día— que no puede sobrevivir más allá de la persona que la ha ejercido y de unas circunstancias muy específicas que la hicieron posible. [...] Si la ruptura, por lo tanto, es inevitable, la primera y gran pregunta que cabe plantearse es la de saber hasta qué punto la población española es consciente de ello y, sobre todo, si está preparada para afrontarlo. Han sido muchos años de despolitización, abandono o dejación de la "cosa pública" por parte de la gran masa de los españoles, para justificar que ahora nos encontremos con una gran incógnita. No creemos en los famosos "demonios familiares" y, como tales, raciales e ineluctables. [...] Como es sabido, Franco, en su memorable discurso de presentación de la Ley Orgánica, enumeró tales "demonios familiares" como "espíritu anárquico, crítica negativa, insolidaridad, extremismo y enemistad mutua", considerándolos como lo suficientemente peligrosos como para que, además, fuesen fomentados por los partidos políticos (que son "intrínsecamente malos", en la tajante expresión del fallecido profesor Adolfo Muñoz Alonso). [...] Tampoco hay que olvidar que esta "burguesía triunfalista" —cuyos "valores" han hecho suyos incluso sectores de trabajadores— es la más dada a las soluciones de fuerza, a las salidas "fascistas".

El Juzgado de Orden Público nº 1 ordenó el secuestro del número en el que se publicaba el artículo incriminado y la apertura del sumario correspondiente para depurar responsabilidades.

El Ministerio de Información y Turismo le comunicó al director de Triunfo José Ángel Ezcurra Carrillo, la apertura de expediente administrativo por la publicación en el número 656 de la revista, del artículo "¿Estamos preparados para el cambio?", que vulnera el artículo 2 de la Ley de Prensa e Imprenta.
A continuación les mostramos el expediente:

5. Actuación de los Medios de Comunicación ante los secuestros

La censura tuvo mayor envergadura en la Prensa que en otras disciplinas como el teatro, el cine o incluso los monumentos, que tampoco se salvaban al hacer del régimen.
Los organismos del Estado encargados de la vigilancia de los medios leían cada día todos los textos de los periódicos que se publicarían al día siguiente. Tenían que estar todos los editoriales que se habían mandado, los artículos que bajo seudónimos firmaban Franco o Carrero Blanco. Las transgresiones de la norma que hicieran los periódicos eran culpa del director que tendría que dar cuentas al gobernador civil, que a su vez era el responsable de las informaciones militares.

Con la agobiante profusión de consignas, los periódicos fueron en la práctica incautados por el poder político, pues sus dueños naturales no podían elegir, sino entre aceptar el régimen de consignas y cumplir éstas a rajatabla o cerrar el periódico. Los amos efectivos de toda la Prensa fueron las autoridades, que en cada momento se ocuparon del control y la pusieron a los pies del régimen.

Los medios de comunicación sufrieron durante la dictadura franquista la censura y el control y no existió la libertad de prensa hasta 1977. Para que un texto o publicidad viera la luz tenía que pasar previamente por la censura. Estaba prohibido escribir algo que dañase el prestigio de la nación, del Ejército o del Gobierno. El Estado era el propietario de los medios de comunicación en España.

Los grupos privados autorizados más importantes eran la Editorial Católica, que publicaba el Diario Ya; Prensa española, con ABC; el Grupo Godó, con La vanguardia Española; y Bilbao Editorial, con El Correo Español-El Pueblo Vasco. En radio las empresas privadas fueron las más numerosas, y las más destacadas fueron la Sociedad Española de Radiodifusión (SER) y la Cadena de Ondas Populares (COPE).
De entre las publicaciones que, no sin problemas y censuras, consiguieron mantener cierta independencia se encontraba La Codorniz, fundada en 1941 por Miguel Mihura, una revista de humor de tirada semanal. Contó con colaboradores como Mingote, Chumy Chúmez, Serafín, Tono, Jardiel Poncela, Ramón Gómez de la Serna, Gila, José Luis Coll, Carlos Luis Álvarez, Cándido y Máximo entre otros muchos. En 1944 la dirigió Álvaro de Laiglesia y desapareció en 1978.
Hubo otras revistas satíricas como Hermano Lobo, El Papus y Por Favor.

Fue ésta una época de profusión de consignas de cumplimiento obligatorio que tuvo como consecuencia un gran número de sanciones a profesionales de todo tipo dentro de un medio, redactores, directores, etc.
Para vigilar esa Prensa estaban el Ministerio de Información y el Servicio Nacional de Prensa, además del Servicio de Prensa de cada localidad que hacía que todo medio estuviera controlado por muy pequeño que fuera éste o su localidad, de modo que el director del periódico dependía del gobernador civil.
Como ejemplo de estas sanciones, Ramón Pastor fue suspendido de empleo cuando dirigía ABC por negarse a publicar una editorial de inserción obligatoria en 1949.
Hasta tal punto el control era duro que el diario Ya recibió esto:
Sanción de 250 pesetas de multa y apercibimiento, por haber aumentado una información sobre la fiesta de la Cruz Roja , en su número del 25 de junio y haber cambiado el tipo de letra y tamaño de los titulares aprobados por el servicio.
Las sanciones eran a veces demasiado duras. El semanario Mundo tuvo que abonar 5000 pesetas por no haber conmemorado el 20 de abril de 1944 el aniversario del nacimiento de Adolf Hitler. Y en aquella época, 5000 pesetas.
Pero como la Administración tampoco quería tener unos “empleados descontentos”, cuando los periódico o los medios de comunicación en general recibían cartas de felicitación por haber cumplido bien con las directrices enviadas desde el Ministerio.

Centrándonos en la revista Triunfo, su director, José Ángel Ezcurra, recibió una amenaza por parte de “Orden Nuevo”, que decía literalmente:
“A José Angel Ezcurra de Triunfo: Tiene seis dias desde el momento de recibir esto, para abandonar nuestra patria, pues ya estamos hartos de la prensa canallesca y judaizante y marxista. En caso de que no obedezcas, no te vamos a dar una paliza como al de Doblon, pero si te mataremos, y ademas amenazamos con volar los locales de la revista Triunfo, a pleno dia y cuando esten todos en sus puestos. Sexto COMANDO ADOLFO HITLER del O. N. (ORDEN NUEVO)”

domingo, 4 de diciembre de 2011

6. A modo de conclusión


En su origen, en 1962, la revista Triunfo fue un semanario cinematográfico, después empezó a dominar la información general y poco a poco se fue orientando hacia la política.

Los temas que se trataban tuvieron repercusiones en sus publicaciones, llegando incluso a parar la revista durante meses, por temas conflictivos como ‘el matrimonio’ o entrevistas que quedaban fuera de lugar.

En 2006, veinticuatro años después de su último número, se creó la página web triunfodigital.com, en la que podemos ver artículos digitalizados de la revista gracias a la Universidad de Salamanca.

INFORMACIÓN ADICIONAL

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